miércoles, 11 de agosto de 2010

Un cuadrangular

Un cuadrangular adquiere sentido cuando las astillas del bate crujen. Los más no saben de lo que hablo. A estos últimos hay que hacerlos calzar un par de spikes (Nike por supuesto) para que aprendan a distinguir entre un turno ofensivo y lo irreversible de un fuerte dolor en las muñecas. La geometría del bate es cilíndrica y cónica, la felicidad que describe la parábola ya-del-otro-lado, es una lección de vida.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Anuario de Poesía Mexicana 2008 Fondo de Cultura Económica



















Vitalidad es la palabra que mejor define a la poética actual.
Así lo considera María Baranda (ciudad de México, 1962), poeta a quien el Fondo de Cultura Económica (FCE) encargó la elaboración del Anuario de Poesía Mexicana 2008. La edición reúne 69 poemas de igual número de autores, publicados durante ese año en algunas de las revistas literarias más importantes del País, como Alforja, Biblioteca de México, Blanco Móvil, Casa del Tiempo, Fractal, La Tempestad, Lenguaraz, Letras Libres, Luvina, Nexos, Punto de Partida, Revista de la Universidad, Textofilia y la desaparecida Oráculo.
Para llevar a cabo su selección, Baranda, Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2002 por Dylan y Las Ballenas, revisó alrededor de 700 poemas.
Una de mis coordenadas fue buscar poetas que se jugaran el todo por el todo en sus poemas. Como en toda antología, el antologador busca determinadas cosas. Yo buscaba simplemente eso: vitalidad, explica.
Más allá de ceñir su selección a temas o voces concretas, ya fueran estas sencillas y directas, en diálogo con la cotidianidad y sus objetos, o bien experimentales o a la búsqueda de lenguajes determinados, conceptuales o con manejos específicos de tropos, lo que Baranda se propuso encontrar fue la convivencia, el diálogo vital a partir de las más diversas propuestas.
Tuve la fortuna de antologar a muchos autores que no conozco, sobre todo jóvenes que nunca he visto o nunca había leído. Lo que hice fue atenerme a los poemas y no irme por los nombres.
Es así que, aunque se compilan poemas de autores ampliamente reconocidos como José Emilio Pacheco, Alberto Blanco, Elsa Cross, Jorge Fernández Granados, Francisco Hernández, David Huerta, Eduardo Lizalde, Sergio Mondragón, Myriam Moscona y Raúl Renán, también aparecen voces noveles como Rodrigo Castillo, Feli Dávalos, Eliud Delgado, Mijail Lamas, Daniel Wence y Román Luján.
Este último autor, confiesa Baranda, le significó una de las más gratas revelaciones.
La diversidad dentro del anuario es latente, asegura. Inclusive, entre los autores consolidados, seleccionó nombres poco relacionados con la poesía, como el de Fernando del Paso, de quien se incluye Poemas de la niña de la nada más clara.
Me gustó mucho con lo que me quedé, una muestra que creo que es fuerte, que habla por sí sola.
En el anuario, que el FCE publica desde 2004, asoman prácticamente todos los tópicos, desde la nostalgia y la infancia, hasta los grandes temas del amor y la muerte. En conjunto, la obra reunida da cuenta del buen estado de la poesía mexicana actual, resume Baranda.
Estamos viviendo buenos momentos. No sólo tuvimos a una Sor Juana, un López Velarde, un Villaurrutia, un Pellicer, un Octavio Paz, o no sólo tenemos a un Lizalde, un Pacheco, un Segovia, una Cross, un Huerta. También en los jóvenes vemos nuevos asideros, propuestas importantes que no nos ponen en desventaja frente a otros países como Chile o Argentina, que es donde de pronto vemos reforzarse la poesía latinoamericana.
Entre los autores reunidos en el anuario, procedentes de diversos estados de la República, o incluso nacidos en otros países pero radicados en México, también figuran Luis Jorge Boone, Carmen Boullosa, Antonio del Toro, Luis Felipe Fabre, Malva Flores, Fabio Morábito, Andrés Ramírez, Sergio Ernesto Ríos, Max Rojas, José Eugenio Sánchez, Julio Eutiquio Sarabia, Alejandro Tarrab, Julio Trujillo, Marcelo Uribe y Ludwig Zeller.